El Perú es un país de grandes ventajas naturales en muchos sentidos, sus recursos, su ubicación, su clima, su cultura milenaria, la creatividad de su gente y la motivación por salir adelante. Si aprovechamos las ventajas naturales para diseñar y desarrollar productos y servicios de mayor valor agregado, que satisfagan los requisitos de los consumidores y los reglamentarios aplicables, bajo procesos eficientes que permitan mejores márgenes de utilidad y mejores niveles de retorno a las inversiones, entonces estaremos frente a lo que se convierte en el motor del progreso económico de los países, la tan necesaria COMPETITIVIDAD.
EL PASO A PASO DE LA CALIDAD PARA LA COMPETITIVIDAD:
La competitividad no es un objetivo de corto plazo, ni se refleja en un contrato pasajero, ni en la venta del mes, la competitividad es un objetivo para los empresarios, grandes o pequeños, pero con visión a mediano y largo plazo, que tienen metas de crecimiento sostenible y responsable con la sociedad que los rodea.
El primer paso lo da el PRODUCTOR, quien tiene que ser firme y visionario en su decisión de tener ÉXITO SOSTENIBLE. El productor competitivo determina de manera estratégica su posición en el mercado: cuál es su producto y quién es su segmento, en esa combinación el productor debe encontrar ventajas competitivas que le permitirán obtener la preferencia del mercado en los niveles que espera. El productor identifica los requisitos de los consumidores y los legales que se deben implementar en las especificaciones de sus productos y procesos, e incorpora las mejoras que sean necesarias aplicando INNOVACIÓN Y MEJORA CONTINUA, la que puede estar basada en métodos, nuevos materiales, mejores tecnologías, nuevos conocimientos y/o nuevas mediciones, y para ello empleará además: normas, regulaciones, certificaciones, herramientas de gestión y mejora, básicas o avanzadas, según sea la naturaleza de la innovación o mejora requerida.
El segundo paso lo dará el CONSUMIDOR, quién ejerciendo su derecho a comprar con calidad, es el que selecciona nuestro producto, si es que se ven satisfechas sus expectativas por el valor de compra que está dispuesto a pagar. Y es aquí donde la calidad facilita el comercio, porque se convierte en un lenguaje común de intercambio, los productos muestran información y evidencia de la conformidad de sus especificaciones y el consumidor adecuadamente informado, nos evalúa, nos prefiere y nos compra.
La creación de las normas nacionales e instrumentos de evaluación de la conformidad, y más aún, la armonización de las normas a nivel internacional permite este intercambio fluido y de confianza, en el que la conformidad se tiene que garantizar solo una vez, en el lugar de origen y para todo el mundo, permitiendo que los mercados se vuelvan globales. Es decisión del empresario peruano el aprovechar estas nuevas oportunidades.
¿LA GESTIÓN AMBIENTAL, DE SEGURIDAD Y SALUD, O DE RESPONSABILIDAD SOCIAL SON PARTE DE LA COMPETITIVIDAD?
La respuesta es SI. Las organizaciones que progresivamente identifican ya no solo los requisitos de sus consumidores si no de todas su partes interesadas y los gestionan para asegurar la consecución de su estrategia y visión como negocio, son las empresas sostenibles del futuro, ese futuro competitivo en donde los ciudadanos peruanos se beneficien de tener una sociedad responsable, con una industria en crecimiento, que gracias al mayor valor agregado de los productos requiere de personas mejor calificadas y por lo tanto generadoras de empleos de mayor calidad, mejor remunerados y de mayor formalidad – lo que redundará en mejor calidad de vida para todos los peruanos.
¿QUÉ ROL JUEGAN LAS EXPORTACIONES?
El mercado local tiene un tamaño pequeño respecto al mundo, y limitarnos a planificar la producción para el mercado local, es colocarle una valla muy baja a nuestras ventajas naturales y capacidades de producción. La exportación representa una oportunidad de crecimiento para nuestras actividades económicas, y exige que nuestro primer paso como productores sea el de la identificación de los requisitos en los países destino, siendo indispensable que no se limite solo a los requisitos regulatorios en el extranjero sino también a los de los consumidores, incluyendo sus expectativas y preferencias. Los consumidores son distintos en el mundo y el exportador debe esforzarse para desarrollar y demostrar que cumple con la calidad que satisface a su mercado destino.
El rol informativo y de asistencia que juegan las diferentes entidades públicas y privadas promotoras de las exportaciones es clave, no solo para atraer potenciales compradores si no sobre todo para educar e informar adecuadamente a los productores interesados.
¿EL ESTADO TAMBIÉN DEBE SER COMPETITIVO?
La respuesta es SI. El estado debe orientar sus servicios a la misión que tiene de impulsar el crecimiento sostenible, brindando servicios que permitan la articulación de los componentes del crecimiento y hacerlo de forma oportuna y eficiente para garantizar el buen uso de los recursos otorgados por los ciudadanos para su gestión. El estado también está llamado a demostrar la calidad en sus servicios, en sus adquisiciones y en el proceso de supervisión del cumplimiento regulatorio. Un Perú competitivo necesita de un nuevo Estado competitivo, y los gobiernos deben impulsar este cambio.